
Cochecitos, Practicunas, Butacas, Sillas de comer, Andadores, Cuneros, Móviles, Gimnasios, Mantas, Mecedoras, Triciclos, Bicicletas, Autos a Batería y a Pedal, Juguetes, Juegos de mesa, Disfraces, Skate, Rollers y mucho más!
Somos una empresa dedicada al rubro de los más chiquitos, comercializando las mejores marcas que acompañan a tu bebé desde que nace y en su crecimiento. Te esperamos en nuestro local en Av. La Plata 1499 - C.A.B.A. De Lunes a Sábados de 9 a 20 Hs. y los Domingos de 12 a 18 Hs.
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Alimentación
Los recién nacidos tienen el estómago muy pequeñito, por lo tanto la cantidad de leche que les cabe es también pequeña. Los intervalos entre las tomas deben ser los que su cuerpo exija. Todos los pediatras recomiendan la lactancia a demanda (salvo excepciones por enfermedad).
Muchos bebés regurgitan después de mamar o de tomarse el biberón. Es algo normal. No hay razón para preocuparse, pues no suele ser mucha cantidad. Por regla general, solo echan la leche que han tomado de más.
En ocasiones, el peque no se queda satisfecho después de mamar un largo rato. Esto puede pasar porque no mama bien: si succiona solo el pezón no sacará mucho. Hay que procurar que la areola del pecho también esté dentro de su boca.
Si se tienen gemelos, es muy normal que al principio lloren más que otros bebés cuando se encuentran hambrientos, ya que tienen que esperar su turno. Podemos colocar a cada uno en un pecho, ambos a la vez, y en la siguiente toma, intercambiarlos. Si toman biberón, los ponemos en frente, sobre un cojín y se lo damos al mismo tiempo.
Lo ideal es que cada gemelo tenga su propio ritmo de comida, es decir, cuando lo piden. Si su hermano sigue durmiendo, le dejaremos hasta que se despierte. Poco a poco irán acercando horarios.
Hay bebés que se duermen mamando. Probablemente no tengan mucha hambre o aún estaban medio dormidos. En este caso, basta con mover un poquito el pezón para que despierten y sigan chupando.
Si no les damos pecho, los recién nacidos tienen que aprender a tomar el biberón. Lo mejor es que al principio sea siempre la misma persona la que se lo dé, pues cada uno tenemos una forma diferente de darlo. Algunos bebés se desconciertan fácilmente.
No es aconsejable darle nada que no sea leche, ni infusiones ni ningún preparado que nos hayan dicho que le ayuda a echar los gases.
Para evitar que ingiera aire, si le damos el biberón, hay que verificar que está lo suficientemente inclinado como para que la leche ocupe toda la tetina y no haya burbujas de aire que pueda tragar sin querer.
Durante cinco o diez minutos después de mamar, los bebés muestran un interés especial por su entorno. Si lloran después de comer, probablemente sea porque quieren juerga y nosotros no les estamos haciendo caso. También puede ser porque tengan gases.
El eructo no es obligatorio, pero la mayoría de los bebés se sienten mejor después de haber echado el aire. Para ayudarles, podemos incorporarlos apoyándolos sobre nuestro hombro, o bien ponerlos boca abajo encima de nuestras rodillas y les damos palmaditas en la espalda. A veces los gases pueden provocar fuertes dolores. Si es así, debemos consultar al pediatra.
La postura adecuada para acostar al bebé después de comer es boca arriba. Es más segura y hará que le molesten los gases en menor medida. Esta postura es la que debe tener siempre en la cuna para evitar la muerte súbita.
Las manchas de leche en la ropa huelen mal. Se pueden quitar conuna mezcla de agua y levadura (una cucharadita para una taza de agua). No solo se quita el mal olor, también la mancha.
Directrices para el aumento de peso: en los cinco primeros meses, la mayoría de los niños duplican su peso y hacia el final del primer año, suelen pesar tres veces más de lo que pesaron al nacer.
Pesar al bebé a diario no tiene sentido y puede convertirse en una fuente de estrés innecesario. Si está contento, activo y crece bien, significa que está bien alimentado. El pediatra lleva un seguimiento exhaustivo, si él detecta algo raro, tomará algún tipo de medida.
Los niños que se crían al pecho hacen más deposiciones que los que toman leche artificial. En general suelen hacer entre una y cuatro cacas al día.
A partir de los tres meses aproximadamente, los niños necesitan una cierta rutina en su vida. Por lo tanto, hay que procurar acostarles a la misma hora y siguiendo un mismo ritual. Esto deberá mantenerse durante los siguientes años.
Cuidados del bebe!
Los recién nacidos tienen el estómago muy pequeñito, por lo tanto la cantidad de leche que les cabe es también pequeña. Los intervalos entre las tomas deben ser los que su cuerpo exija. Todos los pediatras recomiendan la lactancia a demanda (salvo excepciones por enfermedad).
Muchos bebés regurgitan después de mamar o de tomarse el biberón. Es algo normal. No hay razón para preocuparse, pues no suele ser mucha cantidad. Por regla general, solo echan la leche que han tomado de más.
En ocasiones, el peque no se queda satisfecho después de mamar un largo rato. Esto puede pasar porque no mama bien: si succiona solo el pezón no sacará mucho. Hay que procurar que la areola del pecho también esté dentro de su boca.
Si se tienen gemelos, es muy normal que al principio lloren más que otros bebés cuando se encuentran hambrientos, ya que tienen que esperar su turno. Podemos colocar a cada uno en un pecho, ambos a la vez, y en la siguiente toma, intercambiarlos. Si toman biberón, los ponemos en frente, sobre un cojín y se lo damos al mismo tiempo.
Lo ideal es que cada gemelo tenga su propio ritmo de comida, es decir, cuando lo piden. Si su hermano sigue durmiendo, le dejaremos hasta que se despierte. Poco a poco irán acercando horarios.
Hay bebés que se duermen mamando. Probablemente no tengan mucha hambre o aún estaban medio dormidos. En este caso, basta con mover un poquito el pezón para que despierten y sigan chupando.
Si no les damos pecho, los recién nacidos tienen que aprender a tomar el biberón. Lo mejor es que al principio sea siempre la misma persona la que se lo dé, pues cada uno tenemos una forma diferente de darlo. Algunos bebés se desconciertan fácilmente.
No es aconsejable darle nada que no sea leche, ni infusiones ni ningún preparado que nos hayan dicho que le ayuda a echar los gases.
Para evitar que ingiera aire, si le damos el biberón, hay que verificar que está lo suficientemente inclinado como para que la leche ocupe toda la tetina y no haya burbujas de aire que pueda tragar sin querer.
Durante cinco o diez minutos después de mamar, los bebés muestran un interés especial por su entorno. Si lloran después de comer, probablemente sea porque quieren juerga y nosotros no les estamos haciendo caso. También puede ser porque tengan gases.
El eructo no es obligatorio, pero la mayoría de los bebés se sienten mejor después de haber echado el aire. Para ayudarles, podemos incorporarlos apoyándolos sobre nuestro hombro, o bien ponerlos boca abajo encima de nuestras rodillas y les damos palmaditas en la espalda. A veces los gases pueden provocar fuertes dolores. Si es así, debemos consultar al pediatra.
La postura adecuada para acostar al bebé después de comer es boca arriba. Es más segura y hará que le molesten los gases en menor medida. Esta postura es la que debe tener siempre en la cuna para evitar la muerte súbita.
Las manchas de leche en la ropa huelen mal. Se pueden quitar conuna mezcla de agua y levadura (una cucharadita para una taza de agua). No solo se quita el mal olor, también la mancha.
Directrices para el aumento de peso: en los cinco primeros meses, la mayoría de los niños duplican su peso y hacia el final del primer año, suelen pesar tres veces más de lo que pesaron al nacer.
Pesar al bebé a diario no tiene sentido y puede convertirse en una fuente de estrés innecesario. Si está contento, activo y crece bien, significa que está bien alimentado. El pediatra lleva un seguimiento exhaustivo, si él detecta algo raro, tomará algún tipo de medida.
Los niños que se crían al pecho hacen más deposiciones que los que toman leche artificial. En general suelen hacer entre una y cuatro cacas al día.
A partir de los tres meses aproximadamente, los niños necesitan una cierta rutina en su vida. Por lo tanto, hay que procurar acostarles a la misma hora y siguiendo un mismo ritual. Esto deberá mantenerse durante los siguientes años.
Butacas para bebés!
Asientos sólo para bebés. Tienes dos opciones. Puedes usar los asientos que son sólo para bebés, que a menudo vienen con un asa para cargarlos fácilmente. Éstos tienen un límite de peso de 20 libras o 9 kilogramos (kg).
Otra opción es elegir un asiento para bebés y niños de hasta 3 años convertibles. Éstos funcionan como asientos de bebé orientados hacia atrás y, una vez que el niño cumpla con las normas establecidas en cuanto al peso y la edad, se puede orientar hacia adelante.
Las más recientes recomendaciones de la AAP, de marzo de 2011, indican que los asientos de autos para bebés y niños deben permanecer orientados hacia atrás, en la parte posterior del auto, hasta que los pequeños cumplan 2 años de edad. O bien, hasta que alcancen la altura y el peso máximos establecidos por el fabricante del asiento.
Anteriormente la AAP recomendaba que una vez que los bebés cumplieran 1 año de edad y pesaran más de 20 libras (9 kg) sus asientos de seguridad se podían orientar hacia delante, en la parte trasera del auto.
Varios expertos coinciden con las nuevas directrices de la APP, ya que aseguran que mientras más tiempo mantengas a tu hijo en un asiento de bebé para el auto orientado hacia atrás, más seguro estará (eso se debe a que, en un choque frontal, la fuerza del impacto en el cuello de un niño que está sentado mirando hacia adelante puede dañar su espina dorsal).
La AAP asegura que los accidentes automovilísticos son la primera causa de muerte de los niños mayores de 4 años. Asimismo, se señala que los menores de 2 años de edad, que viajan en asientos orientados hacia la parte de atrás del auto, tienen 75 por ciento menos de posibilidades de fallecer o de resultar heridos en caso de un accidente automovilístico.
Rango de edades: Los asientos para el auto para bebés son para nenes que pesan menos de 20 libras (9 kg). Algunos bebés a los 6 meses o incluso antes, son demasiado grandes para estos asientos, mientras otros no llegan a ese peso hasta que cumplen 1 año o más.
Y por último, los asientos elevadores (booster seats), para niños que tienen al menos 4 años de edad y pesan al menos 40 libras (18 kg).
Eligiendo Cochecito!
Comprar un cochecito para nuestro bebé puede parecer una misión fácil para aquél que no se haya enfrentado nunca a ella, pero los que alguna vez os habéis visto en la situación sabéis, como yo, que puede convertirse en algo tan complicado como comprar un coche. Es tanta la variedad de modelos, prestaciones y precios que en cuanto empezamos a ver y comparar nos damos cuenta de que se trata de todo un mundo. En este artículo intentaré daros unas pautas generales acerca de lo que considero que es importante mirar y considerar para elegir carrito para el bebé.
Antes de empezar, deciros que si esperáis encontrar aquí recomendaciones de alguna marca o modelo concreta o comparativas entre unos modelos y otros ya podéis volver a Google y continuar la búsqueda. Mi intención no es más que ofrecer unas líneas generales, basadas en mi experiencia, de los aspectos fundamentales a considerar para hacer una buena elección; a partir de ahí será tarea vuestra el buscar, comparar y finalmente tomar una decisión.
Tipos de cochecito de bebé
Lo primero de todo es tener bien claras todas las opciones y gamas que podemos encontrar en el mercado. Aunque existen categorías “híbridas”, a grandes rasgos y para simplificar podríamos establecer la siguiente clasificación.Capazo clásico o inglesina. Ya estaba en vías de extinción pero que se vuelve a ver últimamente. Es el clásico cochecito aún se utiliza en ambientes “chic”.
Sillita clásica o sillita de paseo. Es el mismo concepto que la inglesina, pero adaptado a las sillas. Se trata de una sillita que suele tener tres posiciones (sentado, reclinado y tumbado).
Convertible, adaptable, 3 en viaje o cuatro en uno. No se muy bien cómo llamar a esta categoría, pero es la más extendida actualmente y prentende cubrir todas las necesidades de nuestro bebé, desde que es un recién nacido hasta los dos años o más. Consiste en un chasis en el que se puede adaptar la silla de paseo, el capazo y el portabebés, que en la mayoría de los modelos hace también las veces de silla para el coche.
Silla ligera, silla paraguas o silla bastón. Se trata de una modalidad de silla de paseo de escaso peso y plegable de manera que se queda prácticamente en el tamaño de un paraguas. Es bastante cómoda de trasportar, por lo que es una opción a valorar cuando nuestros hijos ya andan pero también pasan ratos paseando en su silla.
Silla deportiva o todoterreno. Suelen ser sillas de tres ruedas hichables. Se caracterizan por tener un gran eje que, junto con las ruedas, les permiten rodar por terrenos irregulares. Tienen capacidad de girar en pequeños espacios y están indicadas para padres deportistas (de hecho, los americanos les llaman “sillas de jogging“).
Coche gemelar. Éste tiene que explicar y seguramente ya sabes si vas a necesitar uno o no.
Consejos para elegir cochecito Antes de empezar tu búsqueda, piensa muy bien los usos que le vas a dar. Puede ser muy atractivo comprar una silla deportiva, pero es posible que no merezca la pena pagar la diferencia de precio a cambio de unas prestaciones que no vas a utilizar. Igualmente, mi opinión es que el capazo es una pieza de la que se puede prescindir perfectamente, especialmente en épocas calurosas, por lo que puedes considerar la opción de comprar un pack que no lo incluya.
Seguridad. Lo que vas a transportar en la silla es ni más ni menos que tu bebé, tu bien más preciado. No hace falta ni decirlo, pero asegúrate que el modelo cumple todas las normativas de seguridad establecidas por la legislación vigente.
Recuerda que el vendedor es un experto en la materia, y el hecho de que ver cómo monta y desmonta todos los accesorios te parezca fácil no significa que a tí te vaya a resultar cómodo hacerlo. Si no te aseguras de que te resulta cómodo el mecanismo, es posible que pases mucho tiempo acordándote del momento en que compraste el cochecito cada vez que tengas que plegarlo para meterlo en el maletero del coche. Los sistemas de fijación y las correas para asegurar al bebé varían mucho de una marca a otra y, aunque parezca mentira, hay algunas que parecen estar diseñadas para ingenieros aeronáuticos, Asegúrate de que “atar” a tu bebé en el cochecito no se va a convertir en un suplicio.
Intenta comprar una marca conocida y con la suficiente implantación en el mercado. No hace falta ir a lo más caro, pero sí asegurarnos de que disponemos de un servicio técnico de garantías o de que nos va a resultar relativamente fácil encontrar repuestos en caso de que se rompa algo.
Piensa que estás comprando un cochecito para un bebé, pero no sabes cuántos hermanitos lo usarán en el futuro.
Piensa en la comodidad del bebé, pero también en la tuya. Asegúrate de que te resulta cómodo pasear la silla. Si la van a usar varias personas, es conveniente que las asas puedan adaptarse en altura. Infórmate de los accesorios disponibles. Sombrilla o parasol, plástico protector para la lluvia, fundas, son accesorios que casi todas las marcas ofrecen, pero debes asegurarte antes de su disponibilidad y precio. Algunas marcas tienen accesorios con precios de escándalo; es conveniente saber ésto antes de hacer tu compra.
Piensa en el futuro. Como decía antes, la sillita es algo que puede durar muchos años, pero tus necesidades pueden cambiar con el tiempo, y nunca sabemos lo que va a venir. Sí, puede parecer muy atractivo comprar ese cochecito rosa super estupendo para nuestra futura niña, pero, ¿qué tal se verá un futuro hermanito varón en esa silla tan femenina?.
Ya sabes todo lo que hay que tener en cuenta para comprar un carrito para nuestro bebé.